Aunque probablemente lo que más necesite el mundo en este momento no sea precisamente la enésima definición de Destino Turístico Inteligente (o, simplemente Destino Inteligente, en inglés, Smart Destination), aquí va la mía:
Un Destino Inteligente es aquel que sus empresas, administraciones y turistas interaccionan constantemente para realizar de forma continua e iterativa tres actividades:
1) Recogida de datos acerca de la actividad que se produce en dicho destino utilizando para ello todo tipo de fuentes de adquisición de datos, algunas ya disponibles y otras implementadas específicamente a tal efecto.
2) Análisis de la amplia variedad de datos recogidos utilizando todo tipo de algoritmos inteligentes que permiten detectar patrones de comportamiento del turista y de funcionamiento del destino, dando lugar a propuestas de medidas que mejoren tanto la gestión del destino como la satisfacción del turista.
3) Implementar aquellas medidas que superen un análisis de viabilidad económica, técnica y financiera para mejorar el destino haciéndolo más sostenible y adaptándolo a las necesidades y gustos del turista, que incluso puede personalizar sus experiencias, de forma que como resultado se obtienen turistas más satisfechos de su estancia y destinos más eficientes en sus parámetros de rendimiento.
Ejemplos de eficiencia en el destino (siguiendo a Boyd Cohen en su definición de ciudad inteligente): hoteles inteligentes, reducción del consumo de energía y agua, reducción de desechos, existencia de áreas verdes, calidad de transporte público, datos turísticos abiertos, buena productividad, elevado nivel educativo de residentes y turistas, bajo índice de criminalidad, etc.
Algunos comentarios y notas acerca de la definición anterior:
- En la recogida de datos desde las distintas fuentes se darán periodicidades muy distintas. Así, habrá datos que habrá que recoger cada segundo o menos (un sensor de caudal de agua consumida) y otros que se recogerán una vez al día (opiniones en redes sociales).
- La participación del turista en el proceso de cocreación es básico. El turista deja de ser un sujeto pasivo receptor de las dádivas del destino y se convierte en parte activa y fundamental del mismo.
- Aunque no se citan específicamente nuevas tecnologías, es evidente que las TIC están en la base de muchas de las operaciones que hay que desarrollar.
- El punto 2 de análisis de datos mediante algoritmos inteligentes hace referencia a lo que se suele denominar big data (datos multitudinarios). Desde luego, el análisis de datos no es nada especialmente novedoso. El análisis de datos de fuentes tan dispersas y con el objetivo planteado en la definición sí que lo es y sí que puede requerir algoritmos de análisis que, hasta ahora, no han sido los que se han utilizado habitualmente.
- Sustituyendo «destino» por «hotel» en la definición anterior tendremos caracterizado en gran medida el hotel del futuro e, incluso, en su caso, la ciudad del futuro.
- Algunos ejemplos de fuentes de datos ya disponibles: redes sociales, tracking del turista a partir de su teléfono móvil o similar, cámaras de vigilancia existentes en las calles, etc. Ejemplos de nueva fuente de datos: red de sensores específicamente desplegada a efecto de recoger una serie de parámetros de la que no se dispone de otro modo.
- El tema de la privacidad es relevante e importante. Cuando se mencionan fuentes como el tracking del turista a partir de su teléfono móvil o el uso de las cámaras de vigilancia, es obvio que se pueden suscitar algunos resquemores. Dos cuestiones a tener en cuenta. En primer lugar, antes de recopilar cualquier dato es necesario contar con el correspondiente consentimiento. En segundo lugar, el objetivo no debería ser jamás el turista individual con nombre y apellidos, sino el turista con un perfil demográfico cuya caracterización permita realizar el análisis de datos y las propuestas de mejora.
- En la definición hay implícita un elevado grado de dinamismo en el destino, de innovación constante, de reinvención permanente y de búsqueda de nuevos modelos de negocio que satisfagan mejor las necesidades del turista y optimicen la gestión de los recursos del destino. Por tanto, es fundamental que en el proceso participen y tengan acceso a los datos y a los resultados todos los agentes y, en especial, los emprendedores capaces de desarrollar algoritmos novedosos, encontrar patrones ocultos y desarrollar nuevos modelos de negocio. Es decir, que realmente se den procesos de innovación abierta.
- En el anterior párrafo emprendedor no hace referencia únicamente al joven universitario que está creando un nuevo modelo de negocio. Una empresa ya consolidada que busca nuevas oportunidades de negocio también cualifica perfectamente como emprendedora.
- En todo este proceso de conectar y recoger datos de fuentes dispersas, resultan importantes y relevantes también los conceptos de interconectividad e interoperabilidad de sistemas, tal y como aparecen en la definición del Profesor Buhalis).
[…] En esta entrada presentamos la efinición de Destino Turístico Inteligente (Smart Destination) llevada a cabo por el miembro del Grupo Jacques Bulchand en su blog: […]